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LA IMPORTANTE MISIÓN DE LOS ABUELOS *
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Cada vez es más
importante la misión de los abuelos dentro de la familia y de la sociedad. En
muchos casos su función va más allá de una ayuda superficial, siendo los abuelos
un apoyo fundamental y necesario en el desarrollo familiar.
P. Hugo Tagle Moreno
ABUELOS TODO TERRENO
La imagen de la abuelita tejiendo con palillos sentada en una silla mecedora que
veíamos en propagandas o películas, ya desapareció. El aumento de las
expectativas de vida ha llevado a que se viva no solo más sino mejor, con mayor
actividad, trabajos y salud. Aún hay mucho que hacer y estas bondades de la
modernidad aún no llegan a todos los sectores. Podemos distinguir tristemente
varias “terceras edades” dependiendo del estrato social. Así y todo, la
tendencia es a una mejor calidad de vida en todos los segmentos y a una mayor
independencia de vida.
Estos logros se dan entre otros por mayor preocupación social, mejor
alimentación, asistencia médica y sanitaria, lo que se traduce no solo en más
años de vida sino en un mejor aprovechamiento de ese nuevo espacio de tiempo.
Los abuelos están más ocupados, con variadas actividades, que les han permitido
ser parte activa en la vida familiar de sus hijos y nietos.
REAPARECE LA TERCERA EDAD
El documental chileno nominado para el Oscar 2021, “El agente topo”, colocó
nuevamente sobre el tapete el tema del trato y condiciones de vida de la tercera
edad. La obra presenta un aspecto que debe ser subrayado: llenar de vida el
último cuarto de hora vital, no solo le dará sentido a la existencia de quien ya
se encuentra al final del camino, sino que serán años de aporte a la
construcción de una sociedad más justa, en paz y feliz. Como lo ha señalado el
Papa Francisco: “Aprender a “honrar” a los ancianos es crucial para el futuro de
nuestras sociedades y, en última instancia, para nuestro propio futuro. Honrar
significa reconocer el valor de su presencia. La realización de una vida plena y
de sociedades más justas para las nuevas generaciones depende del reconocimiento
de la presencia y de la riqueza que constituyen para nosotros los abuelos y los
ancianos”.
Una sociedad que sabe aceptar e incorporar la debilidad de los ancianos es capaz
de ofrecer a todos esperanza para el futuro.
LA ABUELA ROSA
En el libro ‘Rosa de los dos mundos. La historia de la abuela del Papa
Francisco’ se nos presenta la figura de la abuela que marcó la vida y fe del
Santo Padre. Ella dejó “una profunda huella humana y religiosa” en el Pontífice.
Francisco la ha citado en innumerables ocasiones, recordando a los abuelos su
irremplazable papel en la transmisión de la fe.
Muchas veces ha reflexionado el Papa sobre la importancia de los ancianos en la
vida social. Incluso consagró el último domingo de julio como día de los
abuelos, por la cercanía de la fiesta de san Joaquín y santa Ana, abuelos de
Jesús. Los abuelos juegan hoy por hoy, un importante rol en la vida de las
familias y en el crecimiento de los hijos. Deben ser fuente de paz, sabiduría,
experiencia y vida. Su incorporación es un bien para todo el grupo familiar y
sociedad. El Papa cita el texto de Mateo: “Vayan, y hagan que todos los pueblos
sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado”
(28,19-20) para recordarnos no solo la tarea que tiene cada cristiano de
anunciar el evangelio, sino también la de los mayores. En efecto esas palabras
se dirigen también hoy a ellos y ayudan a comprender mejor la vocación de los
ancianos de custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar a los
pequeños. Dice el Papa: “Escuchen bien: ¿cuál es nuestra vocación hoy, a nuestra
edad? Custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar de los
pequeños.”
Custodiar es velar porque esa semilla de fe crezca fuerte y sana. La referencia
a los abuelos es clave en un tiempo en que la familia se encuentra bombardeada
por tantos estímulos distintos.
“No importa la edad que tengas, dice el Papa, si sigues trabajando o no, si
estás solo o tienes una familia, si te convertiste en abuela o abuelo, si sigues
siendo independiente o necesitas ayuda, porque no hay edad en la que puedas
retirarte de la tarea de anunciar el Evangelio, de la tarea de transmitir las
tradiciones a los nietos. Es necesario ponerse en marcha y, sobre todo, salir de
uno mismo para emprender algo nuevo”.
VOCACIÓN A ANUNCIAR UNA BUENA NOTICIA
Los ancianos, y los abuelos en especial, pueden transmitir en forma viva
la presencia de Jesús en ellos. Hay una vocación renovada para ellos
en un momento crucial de la historia. “Te preguntarás, dice el Papa:
pero ¿cómo es posible? Mis energías se están agotando y no creo que
pueda hacer mucho más. ¿Cómo puedo empezar a comportarme de forma
diferente cuando la costumbre se ha convertido en la norma de mi
existencia? ¿Cómo puedo dedicarme a los más pobres cuando tengo ya
muchas preocupaciones por mi familia? ¿Cómo puedo ampliar la mirada si
ni siquiera se me permite salir de la residencia donde vivo? ¿No ya es
mi soledad una carga demasiado pesada? Cuántos de ustedes se hacen esta
pregunta: mi soledad, ¿no es una piedra demasiado pesada?”. La respuesta
la da Jesús quien dice a Nicodemo que “abra su corazón a la obra del
Espíritu Santo, que sopla donde quiere”. El Espíritu Santo, con esa
libertad que tiene, va a todas partes y hace lo que quiere.
TIEMPO DE DESAFÍOS
Se ha repetido muchas veces: de esta pandemia en la que se encuentra el
mundo no saldremos iguales, saldremos mejores o peores. “Ojalá que tanto
dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y
descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a
los otros, para que la humanidad renazca” nos dice el Papa. Nadie se
salva solo. Estamos en deuda unos con otros. |
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EL APORTE DE LOS ABUELOS: LOS TRES PILARES
El Papa Francisco nos habla de los tres pilares claves para la construcción de
la sociedad y que son el aporte de los abuelos los sueños, la memoria y la
oración.
EL DESPERTAR SUEÑOS EN LAS NUEVAS GENERACIONES ES TAREA DE LOS MAYORES
Marcan la ruta, el rumbo, el horizonte. El Papa dice a los abuelos: “Es
necesario seguir soñando: en nuestros sueños de justicia, de paz y de
solidaridad está la posibilidad de que nuestros jóvenes tengan nuevas visiones,
y juntos podamos construir el futuro. Es necesario que tú también des testimonio
de que es posible salir renovado de una experiencia difícil”.
LOS SUEÑOS SE ENTRELAZAN CON LA MEMORIA
Los abuelos son custodios de la memoria, memoria viva. “Recordar es una
verdadera misión para toda persona mayor: la memoria, y llevar la memoria a los
demás” dice Francisco. El recuerdo permite aprender a no tropezar en la misma
piedra, aprender de los errores, renovar los éxitos, crecer en sabiduría. La
memoria, dice el Papa, “puede ayudar a construir un mundo más humano, más
acogedor. Pero sin la memoria no se puede construir; sin cimientos nunca
construirás una casa. Nunca. Y los cimientos de la vida son la memoria”.
Y EL TERCER PILAR ES LA ORACIÓN
Como dijo el Papa Benedicto: “La oración de los ancianos puede proteger al
mundo, ayudándole tal vez de manera más incisiva que la solicitud de muchos”. El
apostolado de los mayores es rezar. Su oración es un recurso muy valioso: es un
pulmón del que la Iglesia y el mundo no pueden privarse (cf. Exhort. apost.
Evangelii gaudium, 262). Sobre todo en este momento difícil para la humanidad,
mientras atravesamos, todos en la misma barca, el mar tormentoso de la pandemia,
su intercesión por el mundo y por la Iglesia no es en vano, sino que indica a
todos la serena confianza de un lugar de llegada.
TAREAS PARA LOS ABUELOS
1. Celebrar las fiestas religiosas con los nietos. Darle una importancia
especial, mayor que otras fiestas del calendario.
2. Participar de algún grupo de oración, estudio de la biblia,
reflexión, en su parroquia o movimiento. Con solo recordar a la familia
que “tienen reservado un tiempo para eso” ya hacen un gran servicio. Más
que palabras, es el ejemplo.
3. Asociar el encuentro familiar dominical con la misa dominical. Si se
invita a almorzar, que comience con la ida a misa “todos juntos”.
4. Transformar y vivir los eventos religiosos sacramentales –bautizos,
primera comunión, confirmación– como acontecimientos realmente
especiales, más importantes que otros.
5. Asociar la vivencia de fe con la caridad y servicio a los demás. Los
ancianos y abuelos activos pueden dar un servicio en sus parroquias en
comedores, hogares de ancianos, de niños. Pues bien, que los nietos
conozcan de primera mano y a través de ellos de esas actividades.
6. Que los nietos vean rezar a los abuelos. Al término de la misa, en
una corta visita al Santísimo, rezar ante una imagen de la Virgen.
7. Por último, dentro de los “tesoros y reliquias” familiares, ojalá se
encuentre alguna imagen religiosa, que haya pasado “de generación en
generación”. Eso recordará a los nietos las raíces cristianas de la
tradición familiar. |
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*Transcripción del artículo del mismo nombre en la revista en PDF “APÓSTOL EN
FAMILIA” (en
www.apostolenfamilia.cl)
EL ROL DE LOS ABUELOS Nº 115 noviembre 2021