PARA FORMAR PERSONAS DE BIEN

Las mejores teorías sobre el papel de los padres son absolutamente inútiles si éstos no aprenden de su propia experiencia y de la ajena, aceptando lo que también les pueden enseñar sus mismos hijos. Así, sabemos que para lograr que los hijos y los nietos sean personas de bien es muy importante:

01.        Comprender que la mejor forma de inculcar virtudes es el ejemplo.

02.        Aceptar que lo que se permiten los padres es un derecho de los hijos.

03.        Ver y comprender el mundo actual también por medio de los hijos.

04.        Conversar con los hijos y en reunión de familia con frecuencia diaria.

05.        Escuchar con atención todo lo que digan y transmitan los hijos.

06.        Saber renunciar a lo material por el bienestar espiritual de los hijos.

07.        Compartir en familia las alegrías y las dificultades de la vida cotidiana.

08.        Ayudar a los hijos a apreciar todo lo bueno y lo bello de la existencia.

09.        Demostrar en la vida familiar la diferencia entre descanso y ociosidad.

10.        Enseñar a los hijos a enfrentar los problemas con entereza y dignidad.

11.        Formar a los hijos en el amor a la justicia y en el respeto a los demás.

12.        Razonar la conveniencia de la disciplina y el respeto a la autoridad.

13.        Satisfacer las necesidades básicas de los hijos, no sus caprichos.

14.        Buscar y fomentar las buenas cualidades y capacidades de los hijos.

15.        Cultivar la gratitud en los hijos y su reconocimiento al mérito ajeno.

16.        Fomentar en los hijos una alegre disposición al trabajo creativo.

17.        Proporcionar a los hijos los medios de estudio indispensables posibles.

18.        Lograr, por encima de todo egoísmo, mantener la unidad familiar.

19.        Brindar la mayor confianza a los hijos y fomentar su responsabilidad.

20.        Celebrar los éxitos de los hijos, pero sólo premiar los excepcionales.

21.        Consolar a los hijos mostrándoles que toda pena conlleva algo positivo.

22.        Reconocer los propios errores y saber pedir perdón en la familia.

23.        Perdonar sinceramente los errores de los hijos y ayudarles a reconocerlos.

24.        Mostrar a los hijos que se debe tomar la vida en serio pero sin solemnidad.

25.        Demostrar a los hijos que no valen los dones materiales sin los espirituales.

26.        Practicar la fidelidad y la lealtad, empezando por la propia familia.

27.        Fomentar el espíritu analítico sobre el entorno social y económico.

28.        Cultivar el cariño y la demostración del afecto dentro de la familia.

29.        Enseñar la religión practicándola en familia, como acción y oración.

30.        Reclamar la ayuda divina para la familia y para la formación de los hijos.

Recopilado, corregido, aumentado y pretendido practicar por la familia CALVIMONTES CANDIA desde 1963.

Redactado en La Paz, Bolivia, en 1995 y editado en Santiago de Chile el 2008