6.
Trabajar con las manos y con la mente. Por ejemplo, escribir
cartas tarjetas o historias mantiene vivas las relaciones
humanas sobre todo con la familia, y ensancha el corazón a
los amigos que esperan compartir esas anécdotas.
7.
Aceptar las propias limitaciones con respeto; eso hará que
los demás las respeten también.
8.
No hablar mal de la vejez ni quejarse de los “achaques”.
9.
Transformar la experiencia en sabiduría.
10. No pensar que todo tiempo pasado fue mejor; así se
tendrá esperanza en el porvenir.
*Psicóloga,
en la edición especial del diario La Tercera (Chile) dedicada a los
adultos mayores, en octubre de 2008. |