CLAVES PARA ENVEJECER MEJOR*

 

La salud de los abuelos

La calidad de la vejez dependerá, en gran medida, de la vida que hemos llevado. Por eso, mientras antes empecemos a cuidarnos, mucho mejor.

Aunque es un proceso universal, el envejecimiento no es igual para todas las personas. Tampoco en los distintos órganos de una misma persona. La principal característica del envejecimiento es que es heterogéneo.

El objetivo de cuidar la salud a lo largo de la vida debiera ser, explican los especialistas, igualar la expectativa de vida con la máxima sobrevida: El secreto de cómo prolongar la vida está en el arte de aprender cómo no acortarla.

Protegiendo las arterias

El mejor tratamiento para prevenir el daño sobre las arterias, que puede causar serios y múltiples problemas, es mantener un control permanente de los factores de riesgo.

§          Colesterol y/o triglicéridos elevados en la sangre: se disminuye el riesgo con una nutrición adecuada, baja en grasas saturadas, y la práctica cotidiana de actividad física.

§          Presión alta: aunque puede no dar ningún síntoma, es capaz de poner en riesgo la vida. Se previene disminuyendo el consumo de sal, evitando la obesidad y el sobrepeso y realizando ejercicios regularmente. La presión arterial normal máxima es de 135 mm/Hg, mientras que la mínima debe ser inferior a 85 mm/Hg.

§          Falta de actividad física: contribuye a la pérdida de capacidad funcional de los músculos, las articulaciones, el corazón y los pulmones, al tiempo que favorece el sobrepeso y la obesidad. Practique ejercicios al menos tres veces por semana, durante 45 minutos, a menos que su médico indique otra cosa.

§          Diabetes mellitus: puede producir daño arterial y trastornos metabólicos. Por eso, es esencial controlar los niveles de azúcar en la sangre.

Consulte en un servicio de urgencia ante un dolor en el pecho, debilidad de un lado del cuerpo, confusión mental o pérdida repentina de la visión.

Conservando la capacidad física

La actividad física periódica es muy útil para mantener músculos y articulaciones, prevenir la pérdida de calcio y aumentar la capacidad cardiaca y respiratoria. También ayuda a evitar el daño de las arterias y a mantener un mejor estado de ánimo.

§          El ejercicio físico puede ser exigente, pero sin excesos y con la supervisión o consejo de un profesional.

§          Las actividades deben orientarse a mantener rangos articulares y posturas adecuadas.

§          La cantidad mínima de tiempo que se debería dedicar al ejercicio es de media hora, tres veces por semana.

§          Es importante asegurarse de usar ropa y zapatos adecuados.

Protegiendo la piel

En la medida en que envejecemos, nuestra piel se va volviendo más frágil, seca y menos elástica. Estas condiciones facilitan la aparición de infecciones si el aseo no es adecuado, pero al mismo tiempo su falta de lubricación la vuelve más sensible al lavado exagerado.

§          Si aparecen áreas enrojecidas en los pliegues, con o sin escamas, es preciso consultar con el médico para descartar una infección por hongos.

§          Si hay rasguños o heridas superficiales, se debe lavar cuidadosamente la zona afectada y aplicar algún desinfectante.

§          Cualquier lesión que crezca, pique o cambie de color, debe ser evaluada, ya que hay tumores de piel que se presentan con más frecuencia en las personas mayores.

Evitando accidentes caseros

Las personas mayores están más expuestas a sufrir caídas, quemaduras o intoxicaciones, por lo que es preciso enfatizar las medidas de seguridad. Los sitios más peligrosos del hogar son el baño y la cocina.

§          Instale antideslizante y una barra para sujetarse en la ducha.

§          Evite los muebles pequeños y manténgalos ordenados.

§          Asegúrese de que la iluminación sea la apropiada.

§          Evite las alfombras con las que pueda tropezar.

§          Cuide que las suelas de sus zapatos sean antideslizantes.

§          Instale apoyos especiales donde lo estime necesario.

§          No use bolsas de agua caliente.

§          Evite tomar medicamentos que no han sido indicados por su médico.

Conservando la salud mental

La ansiedad y la depresión pueden ser muy frecuentes entre las personas mayores, y causar en ellas gran sufrimiento. Las principales causas son una negativa autoimagen, el aislamiento y las limitaciones económicas. Sin embargo, ser mayor también tiene ventajas: se tiene más experiencia y más tiempo libre.

§          Si tiene problemas para dormir, debe consultar. Es normal que duerma menos horas; lo que importa es que el tiempo de sueño le permita despertar despejado y descansado.

§          Asegúrese de que el ambiente para dormir sea propicio en lo que se refiere a ruidos y temperatura.

§          Evite el consumo de café y otros estimulantes en las horas previas a ir a dormir.

§          Suprima la siesta.

§          Evite automedicarse.

Cuidando de la memoria

La pérdida de la memoria es una amenaza siempre presente. En ella influyen la angustia, la depresión, el aislamiento y la inactividad. También el alcohol y algunos medicamentos, así como la mala nutrición y algunas enfermedades cerebrales, como el Alzheimer.

Para mantener la memoria:

§          Lleve una alimentación saludable y realice actividad física periódicamente.

§          Interésese en el mundo que lo rodea: lea el diario, converse con sus amigos, evite la rutina.

§          Si le es posible, adquiera nuevas habilidades. Puede seguir un curso, incorporarse a algún taller o aprender cosas nuevas.

§          Una agenda puede ayudar a compensar una pérdida leve de memoria.

El médico encargado de cuidar la salud de las personas mayores es el geriatra, que es además un especialista en medicina interna. Él encabeza el equipo de profesionales que atienden a las personas mayores tanto en el hospital como en la casa. Un buen geriatra debe darse el tiempo de explicar bien sus indicaciones, escribir con buena letra, estar disponible para responder dudas relevantes y, sobre todo, conocer bien a su paciente y su entorno.

*Extraído del nº 86 de SaludUC, informativo mensual editado por la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile.